En los 90, estar en drogas era para mí escuchar a Slowdive, Cocteau Twins, Lovesliescrushing, Ride… y a otras bandas shoegaze-dream pop, en su mayoría británicas. Con los años esos sonidos etéreos, de electricidad alucinante, siguen poniéndome en un estado de paz y gozo psicodélico. Me inspiran… Hace 30 años Soda Stereo publicó su disco Dynamo, una obra maestra de guitarras desmesuradas y una “poesía circular, pez espada” en donde la tecnología estaba al servicio de la belleza armónica (escuchen a detalle una canción como “Sweet sahumerio”). Nos tocó ver la presentación del álbum en el Gimnasio Juan de la Barrera de CDMX a inicios de 1993. Poco después me enteré que se presentaron en Ojo de Agua, donde Radiohead tocó su disco debut aquel año. Dynamo no fue del agrado de muchos fans de la banda argentina que estaban más metidos en el rock tradicional, pero para otros fue la confirmación de Soda Stereo como una de las mejores bandas del planeta. Gustavo Cerati no tenía rival… En las listas de los mejores discos de dream pop-shoegaze de la historia no figura Dynamo, básicamente por tratarse de un disco en español. Treinta años después, lo considero a la par del Loveless de My Bloody Valentine, el Souvlaki de Slowdive o el Nowhere de Ride. Este collage es una manera de representar el estado de psicodelia que percibo cuando escucho mi álbum favorito de Soda Stereo. Dense su dosis de Dynamo.