Hace unos días comencé a ver 1899, la nueva serie de los creadores de Dark. No pasaron muchos segundos para reconocer a Ben Frost como el autor magistral –otra vez– de la música y sonidos de este thriller mental. Me hice fan de Frost a finales de 2009 cuando adquirí By the Throat, incluido en el top de discos del año de la revista Wire. Desde entonces mostraba un talento sobrado para crear atmósferas cinemáticas per se, pero con un toque de melancolía, misterio y cierto horror contenido. En ese disco con lobos en la portada, tres títulos de los tracks son frases de la canción “Disintegraton” de The Cure; para el compositor australiano el disco homónimo de la banda inglesa es el mejor de la historia… Aquellos que vieron Dark saben que la exclamación “what the fuck!” es cosa de –casi– todos los capítulos. Pensé que 1899 sería algo más tradicional pero, oh sorpresa, what the fuck! Evitaré los spoilers, sin embargo me atrevo a decir que cualquier aficionado a la buena música y a Alicia en el País de las Maravillas debe verla. Durante uno de los capítulos surgió en mi mente la frase: “Mi corazón es un barco en llamas perdido en altamar…” Esta imagen fue el detonante de un collage que comenzó con una cabeza mitad humana, mitad caballo y que terminó en este ícaro de las Bermudas. Por cierto, el barco navegando a fuego lento me hizo recordar un verso de Alejandra Pizarnik: “explicar con palabras de este mundo / que partió de mí un barco llevándome”